Estructura y montaje

El sonido y la música cumplen una función estructural esencial en el manejo de la continuidad (y la discontinuidad) del montaje visual (Payri y Prósper 2011). Para José Nieto (1996: 75) la interrelación de la música con el montaje produce dos efectos claves: en primer lugar cabe la posibilidad de que la música resalte o no las transiciones entre planos y en segundo lugar que se convierta en el recurso básico para mantener la continuidad de la narración. De hecho, la música, especialmente la extradiegética, ha servido a lo largo del tiempo para dotar de continuidad estructural a fragmentos aislados de acontecimientos o secuencias. Por ejemplo, en el sumario o secuencia de montaje (Canet y Prósper, 2009: 256) que está formado por una sucesión de diversos fragmentos de imágenes, la música es esencial para dotar de continuidad y lógica al conjunto (Reisz, 1960: 104).
Las transiciones no son solamente elementos visuales, sino también se puede utilizar el sonido como complemento para establecer qué tipo de transición tenemos. Es muy importante la siguiente apreciación de Nieto (1996:118): “Recordemos que la música, con su sola aparición e independientemente de su contenido expresivo, modificará la imagen introduciendo algún elemento dramático o estructural, lo queramos o no. El control de esta faceta de la música lo obtendremos eligiendo cuidadosamente el punto exacto en que ésta debe comenzar.”
Efectivamente el momento en que comienza la música, así como el momento en que acaba, resulta determinante para el efecto que producirá y mucho más en el caso de una transición que puede convertirse en un instante privilegiado donde se informe al espectador del desarrollo de la historia precisamente a partir de dar por finalizado un periodo y marcar el comienzo de otro.
Además de las funciones decorativas y de relleno, Román (2008: 125-130) distingue varias funciones estructurales: una función unificadora (dar unidad a la película), una función transitiva (dar continuidad en el paso o transición de una secuencia a otra o de un plano a otro), y dos funciones que llama estructuradoras: 1- marcar un cambio de plano o de secuencia, 2- dar continuidad en secuencias que se producen simultáneamente en la historia. Añade la función delimitadora (enmarcar la película completa sirviendo de introducción en los títulos y de final o coda en los créditos). José Nieto es más preciso en cuanto al análisis de la música con el montaje (2003: 56-79), y en particular sobre el papel de la música en su relación temporal: 1- la coarticulación de la música respecto a los diálogos (2003: 56-60) y a la acción (2003: 112-117), 2- la coarticulación de la música respecto a los cambios de plano y de escena, teniendo en cuenta el punto y tipo de inicio, evolución y punto y tipo de conclusión de la música (2003: 60-73).

Bibliografía

Canet, Fernando y Prósper, Josep. (2009). Narrativa audiovisual: Estrategias y recursos. Madrid: Síntesis.

Nieto, José. (2003). Música para la imagen. la influencia secreta.(2ª ed.) Madrid: Iberautor.

Payri, Blas and Prósper, Josep. (2011), Aplicación de la música para estructurar el montaje: fundidos y cadencias musicales en Desayuno con diamantes, Situarte, 6(10), 20-33. http://revistas.luz.edu.ve/index.php/situarte/article/view/9419/9110

Reisz, Karel (1960). Técnica del montaje cinematográfico . Madrid: Taurus.

Román, Alejandro (2008). El lenguaje musivisual. Semiótica y estética de la música cinematográfica. Madrid: Visión Libros.