Michel Chion (2012, §45 y §46) define la música empática como la “está o parece estar en armonía con el clima de la escena: dramático, trágico, melancólico, etc.”, siendo el efecto contrario el de la música anempática. Por alguna extraña razón, Chion restringe la música anempática a ser una música diegética, que muestra una “indiferencia ostensible” “al aspecto patético o trágico de la escena.” En realidad el efecto anempático se puede conseguir con músicas diegéticas y extradiegéticas, pero sí debe haber una diferencia “ostensible” entre el carácter psicológico de la escena y el de la música.
Primero, es importante considerar que por defecto, se crea una empatía entre la música y la escena, porque precisamente suele ser la música la que define el carácter psicológico de la escena. En el ejemplo siguiente de Bates Motel (tratado en la función informativa), tenemos una misma escena de una mujer mirando a un coche, y tres músicas de carácter diferente: amenazante, nostálgico y alegre. En cada caso, se produce una nueva empatía porque la música le da un carácter amenazante, nostálgico o alegre a la escena:
Análisis por modificación de la modificación del carácter psicológico de la escena por la música en Bates Motel 1×09 (Cipriano, EEUU 2013)
Anempatía
La anempatía (es decir la diferencia de ambiente psicológico entre música e imagen) se utiliza para marcar una distancia emocional con la acción. Frecuentemente ocurre en escenas de acción donde de repente la música se vuelve lenta y reflexiva: el espectador pasa de estar dentro de la acción a observar la acción distanciadamente. Puede utilizarse también en el caso de una música alegre que se prolonga tras un drama, o una música siniestra en una situación alegre, lo que indica al espectador que debe distanciarse de lo que aparentemente está ocurriendo.
Un claro ejemplo de música anempática se encuentra al final del capítulo 6×13 de ER (Urgencias, 2000) donde la música rock de la fiesta (‘Battleflag‘) se prolonga y aumenta de volumen (para marcar el efecto anempático) durante el apuñalamiento y desangramiento de los personajes.
Música anempática en ER 6×13.
En la película Brazil (Terry Gilliam, 1985), la música original brillantemente compuesta por Michael Kamen (Michael Kamen – Brazil [Silver Screen Edition]) está basada en la samba ‘Aquarela do Brasil’ (Ary Barroso, 1939 Michael Kamen – Bachianos Brazil Samba) porque así lo impuso Terry Gilliam al compositor. En una entrevista a Terry Gilliam (Terry Gilliam – Terry Gilliam Interview) el director explica que el título de la película surgió de la canción, ya que la idea de origen era que una persona escuchara en un mundo gris y sucio esta música asociada a un lugar de ensueño, luz y color. Utiliza pues una anempatía (por incongruencia semántica) voluntaria para marcar la oposición entre el mundo opresivo de la película y los sueños.
En las versiones siguientes vemos que el tempo influye en la empatía:
- En la versión de origen, la música tiene un tempo rápido y una direccionalidad clara, que enfatiza la actividad frenética en las oficinas.
- En la versión modificada con la misma samba de origen interpretada sin marcar acentos, resaltando la melodía y sobre todo con un tempo más lento (Elis Regina – Aquarela Do Brasil / Nega Do Cabelo Duro), se crea un efecto anempático entre la calma melancólica de la música y el ajetreo de la imagen: el espectador se distancia de la acción y adquiere una mirada crítica en vez de entrar de pleno con la acción. Otras versiones provocarían otras asociaciones (Elis Regina – Aquarela do Brasil, Banda Folia Brasileira – Aquarela Do Brasil)
Escena de Brazil con la música de origen basada en una Samba con tempo rápido: efecto empático con la acción.
Escena de Brazil con la música de origen basada en la misma Samba con tempo lento: efecto anempático.
Un ejemplo prototípico de uso anempático de la música se puede encontrar en The Third Man (El tercer hombre, Carol Reed, 1949) en el que la música de cítara y el tipo de música compuesto por Anton Karas evoca las danzas y música popular griegas, lo que parece incongruente en el decorado de Viena desolada por la segunda guerra mundial. Sobre todo, el estilo desenfadado de la música contrasta con la realización dramática, de cine negro … y quita dramatismo, incluso añade ironía en esta historia oscura.
Música anempática en The Third Man.
Cuando la música es voluntariamente anempática, con un carácter marcadamente opuesto al de la acción en la escena, entonces tiene una función narrativa importante:
- nos distancia emocionalmente de los personajes de la escena. Al contrario, la música empática nos hace sentir lo que sienten los personajes, o nos mete en la acción misma de la escena.
- nos convierte en espectadores (conscientes de que hay una representación) de la acción, y nos incita a una reflexión sobre la acción; a la diferencia de la música empática que elimina la reflexión y nos fuerza a una reacción emocional.
Una de las utilizaciones más frecuentes de la función anempática de la música se da con escenas de acción violenta y guerra, con una música lenta y melancólica que en vez de meternos en la acción y sentir con los personajes nos distancia com por ejemplo en la escena siguiente de Prófugos, donde utilizan una música elegíaca (Arvo Pärt – Cantus In Memoriam Benjamin Britten) durante una escena de asesinato con paliza y tiroteo:
Cuando tenemos una escena de acción o de violencia con una música con tempo lento, se puede producir un efecto anempático: el público se despega de la acción visual y adopta una mirada reflexiva y distanciada:
Arvo Pärt – Cantus In Memoriam Benjamin Britten
Música empática y anempática en Prófugos 1×11 (Chile 2011)