La música es un elemento sonoro muy estructurado en el tiempo, y cualquier ruptura del discurso musical destaca mucho es inmediatamente detectada por el oyente, incluso más aún que una ruptura en el lenguaje hablado. Por eso, la música diegética tiene un gran poder para crear continuidad o elipsis, ya que está ligada directamente al tiempo diegético. Podemos distinguir dos tipos de continuidad/discontinuidad:
- tiempo: cuando hay un corte en la música o cambia la música inmediatamente sabemos que hay un salto en el tiempo. Al contrario, los planos que están unidos por la continuidad de la música diegética tienen una continuidad más pronunciada que si hubiese otro tipo de sonido.
- lugar: cuando hay cambios de auricularización de la música (generalmente simples cambios de nivel) tenemos cambios de punto de escucha que nos remiten a los diferentes lugares donde pueda oírse la misma música. Es importante recalcar que se crea una discontinuidad en el lugar pero que la continuidad temporal permanece fuerte si el discurso musical no es interrumpido, sino simplemente cambiado de nivel sonoro.
Por ejemplo, en la escena de la discoteca, un simplísimo cambio en la música diegética nos indica donde hay una elipsis de tiempo, que pasa desapercibida si hay continuidad musical en Möbius:
Elipsis temporal por cambio en la música diegética en Möbius (Éric Rochant 2013) y análisis por modificación con continuidad de la música.
En el caso de esta escena de Written on the Wind (Escrito sobre el viento) (Douglas Sirk 1956) tenemos los dos usos de la continuidad musical: cambiamos de lugar mientras oímos la misma música con diferentes niveles (continuidad temporal, salto de lugar) y luego mantenemos el lugar mientras cambia la música (salto en el tiempo, continuidad de lugar).
Discontinuidad de la música diegética en Written on the Wind (Douglas Sirk 1956)